Dice en el versículo 3-12: “3. Si anduvieres en mis decretos, y guardareis Mis mandamientos, y los pusieres por obra, 4. Yo daré vuestra lluvia en su tiempo, y la tierra rendirá sus productos, y el árbol del campo dará su fruto. 5 y vuestra trilla se prolongará hasta la vendimia y la vendimia hasta la siembra, y comeréis vuestro pan hasta saciaros, y moraréis con tranquilidad en vuestra tierra. 6. Y daré paz a la tierra y os acostaréis sin temores, y haré desaparecer de vuestra tierra los animales dañinos, y no pasará la espada por vuestra tierra. 7. Y perseguiréis a vuestros enemigos, que caerán delante de ustedes por la espada. 8. Cinco de ustedes perseguirán a cien de ellos, y cien de ustedes perseguirán a cien mil de ellos, y vuestros enemigos caerán ante vosotros por la espada. 9. Por cuanto Yo os protegeré, os hare fructíferos para que os multipliquéis y consolidaré Mi Pacto con ustedes. 10. Y comeréis del granero de años anteriores y podréis sacar los (granos) viejos y (almacenar los granos) nuevos. 11. Y estableceré Mi morada entre vosotros y Mi Alma no los aborrecerá. 12. Y andaré entre ustedes y seré vuestro Elohím y ustedes serán Mi Pueblo.”
Aquí Elohím está comenzando a enseñar a Su Pueblo (Único en la tierra: los judíos) qué deben hacer para recibir Sus bendiciones. Si no hacen esto, y todo lo que habla en este capítulo 26 de Levítico (Parasháh ”Bejukotái”), Él traerá maldición a los que no le obedezcan. En Jeremías 32:18 dice: “Que muestras misericordia a millares, pero que castigas la falta de cumplir la Toráh (anomos=en griego) de los padres en sus hijos después de ellos, oh grande y poderoso Elohím, el Amo de los ejércitos es Su nombre.”
Y dice en Romanos 12:19: “Mía es la venganza, Yo pagaré, dice Elohím.” Elohím recompensa la obediencia con bendiciones a granel, como hemos leído antes y la falta de cumplir Sus Mandamientos (especialmente los 10 Mandamientos) con maldiciones, como dice en Shemót/Éx.20 y Dvarím/Dt.5:
Los Diez Mandamientos (Ex.20:1-17)
- Y habló Elohím todas estas palabras, diciendo:
- Yo soy Elohím, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre.
- No tendrás dioses ajenos delante de mí.
- No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en los cielos, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra.
- No te inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy tu ELOHIM, fuerte, celoso, que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen,
- y hago misericordia a millares, a los que me aman y guardan Mis mandamientos.
- No tomarás el nombre de tu Elohím en vano; porque no dará por inocente Elohím al que tomare Su nombre en vano.
- Acuérdate del día de reposo/del Shabát, para santificarlo.
- Seis días trabajarás, y harás toda tu obra;
- mas el séptimo día es reposo para tu Elohím; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.
- Porque en seis días hizo Elohím los cielos y la tierra, el mar, y todas las cosas que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, Elohím bendijo el día de reposo y lo santificó.
- Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Elohím te da.
- No asesinarás.
- No cometerás adulterio.
- No hurtarás.
- No hablarás contra tu prójimo falso testimonio.
- No codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su buey, ni su asno, ni cosa alguna de tu prójimo.
Adonái recompensa la falta del cumplimiento de Sus Mandamientos con maldiciones. Una recompensa es un pago. Al igual que Adonái recompensa el cumplir la Toráh (los Mandamientos), así recompensa el pecado de no cumplirlos.
(Leer del libro de Maldiciones, pág. 12,13 y la mitad de la pág. 14.)