Lo que NO dice Wilson, es que no sòlo en las ciencias debemos buscar y encontramos consiliencia. En realidad, como mostramos en nuestro libro pròximo a publicarse, "El Jasìd Espiritual", la consiliencia abarca aùn a la Toràh, que, segùn los rabinos, es el plano con el cual fue construìdo el Universo. La Toràh lleva a la Fìsica, y a la Biologìa, y éstas a la Toràh: una consiliencia total, no sòlo entre ciencias, sino entre temas tan dispares como el Tanàj y aquellas. Esta es sòlo una prueba más de dos cosas: de que la consiliencia está ya con nosotros; y de que, como consecuencia de esta certeza, podemos percibir en nuestro espìritu y aùn en nuestra mente, que el fin está cerca/ha iamím ha kétz.
Precisamente porque estamos en los iamím ha kètz es porque debemos entender y percibir con nuestrorùaj/espíritu y procesar con nuestra mente lo que Elohìm nos está queriendo dar a entender con todo esto, especialmente en estos dias de Sukòt, una festividad/moéd tan significativa para nuestra relaciòn con El.
SUKÓT: LA FIESTA/MOÉD DE UNIDAD CON IHVH
Sukót NO es una fiesta/moéd más entre muchas. Tampoco es unmoéd vacío de significado. Es la culminación de una espiral de cincomoadím/festividades, con un propósito fijo y no cambiante: la Unidad del judío con IHVH, el Elohím de Israel; y desde el Siglo I, el lograr una unidad más íntima con IHVH a través de tener a Ieshúa el Mesías dentro nuestro por medio del Rúaj ha Kódesh. Estas cinco moadím son:
(1) Pésaj, el moéd que conmemora la muerte de Ieshúa, ADONÁI IHVH venido en carne y su vida en nosotros (Gál. 2:20) y la respectiva muerte de nuestro yo y el vivir de Ieshúa EN nosotros y DESDE nosotros; además, hubo un Pésaj histórico: ocurrió en el Siglo I cuando Ieshúa hizo eso mismo en carne: murió y resucitó por nosotros.
(2) Shavuót/Semanas. Este es el moéd que conmemora la llegada del Rúaj/Aliento Santo de Elohím a la tierra para llenar a cada judío mesiánico renovado del Siglo I que así lo quisiera. Existe también un Shavuót histórico: el movimiento pentecostal dentro del cristianismo, que llenó a los creyentes con el Rúaj ha Kódesh.
(3) Ióm ha Teruáh/Día del sonido plañidero del shofár. Este moéd conmemora el aviso (por medio del sonido del shofár) que Elohím nos da para que nos limpiemos, nos arrepintamos y hagamos teshuváh/un volver a Elohím, para prepararnos para Sukót. Hubo un Ióm ha Teruáhhistórico, que anuncia el principio de los iamím ha kétz/los últimos días, para que todo el mundo, especialmente el mundo judío haga teshuváh.
(4) Ióm ha Kipurím/Día de los sacrificios expiatorios/kaparáh.Este día está instituído para que Elohím mate un cordero en vez de a nosotros; esto sucedió durante 2000 años en el judaísmo escritural; desde el Siglo I, en que Ieshúa, el “Cordero de Elohím que quita el pecado del mundo” murió por nosotros, Su sangre nos quita toda culpa pasada. Existe también unIóm ha Kipurím histórico: la sangre que está corriendo en Israel, hasta que llegue su fin, muy pronto.
(5) Sukót/Cabañas. Esta moéd está instituída para que todos los judíos, por sangre y por fe, se unan (cada año un poco mejor, un poco más) con ADONÁI IHVH en cuerpo, mente y espíritu/rúaj. El Sukót histórico está aquí: es lo que yo llamo “la Tercera Reforma”, el colocar la Mente y el Alma de ADONÁI IHVH de nuevo en las mentes, almas y corazones de Sus hijos, para que reciban la Verdad revelada que estuvo ausente en los últimos 19 siglos. Este “Sukót histórico” está a la vista en forma embrionaria desde 1967 en que Irushaláim está en manos israelíes para siempre; y desde alrededor de 1990 en forma más visible, con el crecimiento agigantado de ya miles de sinagogas mesiánicas en todo el mundo y en todos los idiomas.
Estos cinco moadím/festividades siguen el patrón de cinco que explicamos en nuestro libro “Cómo Entender las Escrituras”, ya publicado.
Así, mientras en Pésaj nos vaciamos de nuestro yo, en Shavuót nos llenamos del Rúaj ha Kódesh, en Ióm Teruáh nos despertamos del sueño y de la distracción, en Ióm ha Kipurím volvemos a IHVH para llegar a Sukóty poder entrar en la Sukáh/Cabaña.
La palabra “Sukáh” viene del hebreo “sikéj”, que significa “cubrir”. ¿Cubrír qué? Dice la Tehiláh/Canto de Alabanza/”Sal.” 91:4: “...ve tájat kenafáv tejséh/debajo de Su talít te cubrirás”. (La palabra “kenafáv”,literalmente “de sus alas”, es un modismo bien conocido para decir “el talít”--que se mueve como un par de alas cuando un judío corre). ADONÁI IHVH nos cubre, entonces, de todo peligro, del mundo exterior, con Sutalit. La Sukáh tiene varios simbolismos. El más obvio es el de “báit”, casa y de la letra “bét”, que significa: “Dualidad, bendición y creación. Hay una dualidad en todo el Universo creado por Elohím: hay dos sexos, hombre y mujer, positivo y negativo, bien y mal, blanco y negro, dos Torót: la Toráhexterna/jitzonít, escrita en pergamino (como la conocemos) y la Toráh interna/pnimít, que es el Pacto Renovado (P.R.) de Irmiáhu(“Jer.”) 31:31. La forma de la “bét” (b) es de una apertura de la derecha (donde está Elohím) hacia la izquierda, que representa el Universo creado. Elohím creó una apertura desde “ha Shamáim/los Cielos”, donde El está, hacia la Tierra, donde estamos nosotros.
La báit que representa la Sukáh también representa la unión entre ADONÁI IHVH y Su esposa de que hablábamos al principio, (Irmiáhu/”Jer.” 3:14) que se formalizó con la ketuváh, el contrato de casamiento, que es la Toráh escrita en pergamino, la unión de todos los judíos por sangre y por fe; los primeros (la mente de Israel) con ADONÁI IHVH; y los segundos en un matrimonio todavía por celebrarse (Rev. 22:2-4) con el Cuerpo de Elohím, Ieshúa. La sukáh es el vivir en matrimonio con IHVH aunque sean siete días de Sukót, en intimidad con El, bajo Su talít, bajo Su protección. En suma, la Sukáh es un anticipo del Olám ha Báh/del Mundo Venidero, en el cual viviremos así, pero eternamente, es decir, en un ETERNO presente. (En el Olám ha Báh no hay tiempo ni espacio, solo SER.)
¿CÓMO ENGAÑÓ HA SATÁN AL HOMBRE PARA LOGRAR SU SEPARACIÓN DE ADONÁI?
Uno de los problemas más importantes del mundo, si no EL más importante es: ¿Cómo lograr esta unidad/ajdút con ADONÁI IHVH? El otro problema, casi tan importante como el primero, ya que nos da la clave de muchos errores nuestros, y nos conduce de nuevo a la primera respuesta es: ¿Cómo engañó ha satán al hombre para lograr su separación con IHVH?
En el Gán Eden/Jardín del Gozo, todo era transparente. Adám no necesitaba “entender” nada: lo veía y lo comprendía instantáneamente, porque todavía no había comido del “étz ha dáat tóv va ráh/árbol del conocimiento del bien y del mal”. Tanto su cuerpo era hecho de ór/ra/luz como su razonamiento estaba lleno de la Luz de IHVH y por tanto, todo era transparente para él, aún él mismo. Cuando Adám y Javáh comieron del “étz ha dáat tóv va ráh/árbol del conocimiento del bien y del mal”, todo se obscureció para ellos y para nosotros. Lo que antes era ór/ra/luz, ahora eraór/ri/”cuero”, es decir, ya no era transparente, sino opaco. Es curioso que ambas palabras se pronuncien igual, pero se escriban diferentes y quieran significar cosas casi opuestas. Desde ese momento, el hombre no ve todo transparente, sino que tiene que tratar de comprender. Hacen su entrada Nóaj y sus tres hijos, quienes poblaron el mundo: Shém (“nombre”), Iafét (de “iófi”, “hermoso”) y “Jám”/”caliente”. De Shém salieron los judíos, el Pueblo Elegido de Elohím. La palabra “shém”, nombre, tiene que ver con la esencia de las cosas, su significado intrínseco/pnimít. Iafét pobló Europa, los EE.UU. y Australia/Nueva Zelandia; Jám pobló Africa y Asia, y por ende, Latinoamérica (los indígenas latinoamericanos vienen de Japón y Corea, como los rasgos de ambos grupos lo atestiguan, que entraron a Latinoamérica por el Norte, por el Estrecho de Bering.) Así, podemos dividir a la humanidad en tres tipos de países: los paises corporales, descendientes de “Jám”, que se guían por los sentidos y los instintos, como Africa, Asia y Latinoamérica; los países mentales, descendientes de “Iafét”, que se guían por sus mentes, como EEUU. Europa y Australia/Nueva Zelandia; y los shemitas, descendiente de “Shém” es decir, los judíos, guiados por el Unico Elohím verdadero y los árabes.
Así, los descendientes de Iafét (“hermoso”) dieron origen a la Civlización griega, caracterizada por el culto al cuerpo, a la hermosura, a las proporciones y a todas las artes plásticas, como la pintura y la escultura, lo que trajo como secuela el énfasis en lo externo, en lo que se ve, y su degeneración, la homosexualidad masculina. Esta es una Civilización jitzoní/externa, dedicada a lo visible. Su pensamiento, de acuerdo con todo esta postura, es el pensamiento aristotélico, que es lineal, del tipo binario “sí/no”, simplote, que no admite complicaciones: “Yo tengo razón; tú estás equivocado” –ya que no pueden existir más que dos posiciones, binarias: o sí o no; o yo o tú; o verdadero, o equivocado; o mentira o verdad. Lo que se puede ver con los cinco sentidos es lo único que realmente existe para la mente griega, que creó la civilización Occidental donde vivimos. Lo que no se puede ver no existe. ¿Qué hay una inundación en Europa? Pues, dirían los griegos, “es a causa de lluvia excesiva”. ¿Qué hay miseria y pobreza en Latinoamérica? “Es la corrupción”. Todo es externo, todo es “explicable” “científicamente”.
Los países corporales, descendientes de Jám, sólo ven con sus instintos y sus deseos. Parás/Irán/Persia es el ejemplo por excelencia; siempre ha actuado con la fuerza bruta, como después lo hizo el imperio romano. “Mujeres, vino y canto” parecería ser su lema por excelencia: los tres placeres tienen que ver con el cuerpo.
Entonces, de la transparencia de Adam pasamos al pensamiento simplote aristotélico, lineal, que no admite paradojas ni contradicciones. De aquí salió el cristianismo. (NO el judaísmo mesiánico del Rébe judío Ieshúa, sino una nueva religión nacida espiritualmente en Irán y exportada por Roma a todo el mundo.) Esta civilización no pudo admitir a la Toráh judía, con su pensamiento dialéctico, con sus cientos de contradicciones aparentes, con su hebreo y, especialmente, con su Elohím judío que lo domina todo y que es la Causa Primera y Ultima de todo. De modo que Grecia prohibió la Toráh, prohibió su difusión y se encargó de “traducirla”, no en hebreo, lo cual sería demasiado peligroso, sino a través de la llamada “Septuaginta” que está tan plagada de errores, que ya no podemos decir que la “Biblia” y la Toráh sean el mismo libro, lo cual fue precisamente la intención de Grecia. Otro efecto realmente impactante que podemos transmitir de la “Biblia” griega es que, al no admitir los Mandamientos para los cristianos, en efecto, la torna totalmente inefectiva, exterior, y “ausente” de todo cambio en sus lectores, lo cual es precisamente el efecto que ha satán deseaba para esa religión tan peligrosa para él, el judaísmo mesiánico renovado del Siglo I. Así, la Toráh fue mal traducida a propósito y se convirtió en lo que conocemos hoy como “la Biblia”, que no causa efecto alguno en los creyentes, precisamente porque sus autores, los griegos así lo quisieron: otro símbolo externo, bello, pero inútil. (Esto no significa que Elohím no actuó a través de ella durante 19 siglos, pero no fue CON LA AYUDA de la “Biblia” SINO A PESAR DE ELLA que Elohím bendijo a la gente. Entendámoslo bien: al declarar que “la ley es para los judíos solamente”, el cambio en la mente y en el alma que la Toráh fue escrita para que hiciese se paró y dejó de hacerse!) En cambio, en el pensamiento judío, que jamás fue influido por el pensamiento aristotélico, lineal, y que siempre fue dialéctico, las paradojas son el “pan de todos los días” entre los rabinos. Además, y mucho más importante que lo primero, la Toráh ES EL UNICO INSTRUMENTO DE CAMBIO DEL HOMBRE JUDÍO! Para los judíos hasta hoy en día, lo único que hay es la Toráh. Y para nosotros, los judíos por fe, los mesiánicos, tenemos dos Torót: la Toráh escritural, la escrita en pergamino, y la Toráh interna, el Pacto Renovado de Irmiáhu 31:31-37, que actúa como justamente debe actuar todo en el concepto judío del mundo: internamente, no externamente, en su esencia, no en su apariencia. Para el judaísmo no mesiánico, entonces, la explicación está a través de la dialéctica. Para el judaísmo mesiánico y mesiánico renovado, la explicación de todo está, o debería estar, en la revelación de Elohím, según Ef. 1:17: ”espíritu de revelación/Rúaj Hitgalút”.
Ahora bien, todo esto parecería que es sólo un argumento teórico, que nada influye en la vida práctica ni de los griegos, ni de los judíos, ni de nadie. ¡Todo lo contrario! En estos días, se discute en los foros y revistas de primer nivel de politica internacional, el futuro del mundo. Los sabios del mundo jitzonít/externo, mental, discuten quién va a dominar el Siglo 21: los EEUU, llamados por Benjamín Barbie1, “McMundo” (con su “MacDonalización” de la civilización Occidental y mundial). Las tres opciones son totalmente válidas—para politólogos del mundo--los que sólo creen en lo que ven, y aún lo que ven, lo ven sólo con ojos aristotélicos, lineales, binarios.
En cambio, para los que somos judíos mesiánicos, las opciones no pueden, o por lo menos, no deberían ser las mismas: Elohím no sólo nos ha dado la dialéctica, que permea toda la Toráh y que es imprescindible para entenderla, sino que nos ha dado el Rúaj Hitgalút/Esp. de Revelación ¡para que volvamos a Adám: a ver transparentemente, como él veía! ¿De qué nos sirve tener el Rúaj ha Kódesh, tener Rúaj Hitgalút y pensar y decir las mismas tonterías que la gente del mundo!? Para los que tenemos ambos, ¡¡No es McMundo va a reinar en el Siglo XXI!! ¡Quien sí va a reinar es Israel, con Ieshúa como Rey de Reyes y Adón mi Adoním/Señor de Señores!
Para los que tenemos Rúaj Hitgalút la inundación en Europa fue un castigo de Elohím leve, a causa de la condena europea a Israel por defenderse. Para nosotros, la pobreza de algunos países latinos es por causa de su idolatría extrema y de su nazismo y antisemitismo pasado y presente.
¿CÓMO LOGRAR ESTA UNIDAD/AJDÚT CON ADONÁI?
Con lo que ya hemos visto, podemos entender mejor cómo lograr esta ajdút/unidad con ADONÁI. Para comenzar, tenemos que dejar de hacer los errores que hace la gente del mundo. Tenemos que dejar de pensar linealmente, y comenzar a utilizar la dialéctica y el Rúaj Hitgalút para todo. (Lo más gracioso es que la mayoría de los mesiánicos ni cristianos-en-camino-de-serlo jamás admitiríamos públicamente que NO llegan a la comprensión por medio de la revelación.)
Lo segundo es adquirir dvekút/el tomarse fuertemente de ADONÁI Elohím a través de Ieshúa dentro nuestro. Esto se logra convirtiendo en un hábito el estar en Su presencia todos los días y el OBEDECER Su voluntad, y no la nuestra. “No todo el que dice Adón, Adón, entrará en el Maljút Shamáim/Dominio de los Cielos, sino el que hace la Voluntad de Mi Padre que está en los Cielos/Avínu she Ba Shamáim”.
Lo tercero es adquirir el hábito de la Ajdút/Unidad, el pensar, hablar y actuar como El piensa, habla y actua, cada día más. La primera fuente de conocimiento de El, es la Toráh, claro. Allí están muchas claves de Su comportamiento. ¡Estudiémosla! La segunda clave está en el trato diario con El. Veamos cómo El se comporta con esta o aquella posición o problema e imitémoslo. Tercero, pidamos en oración una mente espiritual y no mental; cuando el Rébe Shául dice “tenemos la mente de Mashíaj” en el versículo anterior se refiere, justamente, al hombre “espiritual/ruajít” contrastándolo con el hombre mental. Este último jamás puede tener la “mente de Mashíaj”, sino que tiene la suya, como los griegos, y lo máximo que puede llegar a ser es griego.
Por último, Elohím ha dejado un rastro de pistas para que lo conozcamos. El Universo entero es ese rastro; solo tenemos que tratar de comenzar a “traducir” esas pistas que El nos dejó para que lo conozcamos mejor. Por ejemplo, el agua es un símbolo de la ahaváh/Amor sacrificial, espiritual, de Elohím por todos los hombres, Sus criaturas; mientras que el agua dulce del Iám Kinéret/”Mar de Galilea”, por ejemplo, es laAhaváh/Amor particular y “dulce” de Elohím-como-Ieshúa por Sustalmidím/discípulos hace 2000 años. Como todos sabemos, el agua está hecha de hidrógeno y oxígeno: el hidrógeno es símbolo de la Ahaváh, mientras que el oxígeno es símbolo de la comunicación de esa Ahaváh.
Esta es la tarea que dejamos por delante: conocer a Nuestro Elohím, especialmente en este Sukót, viviendo Con El.
¡Que Elohím bendiga Sus vidas y las ilumine con Su Luz ór/ra/ para que saquemos toda ór/ri/”cuero,” opacidad de nuestras vidas!
1Es ético y, por lo tanto, muy judío, dar crédito a quien se merece, y nombrar quién ha dicho qué. Sería maravilloso si por lo menos los rabinos mesiánicos en todo el mundo hispano adoptaran este mínimo de ética profesional y dejaran de copiar a otros escritores mesiánicos hasta palabra por palabra, sin vergüenza alguna, comogóim.
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PACTO RENOVADO DE ESTUDIO CON COMENTARIOS DE LAS RAICES HEBREAS
COMO SER AMIGO DE ELOHIM
VOLVIENDO A LAS RAICES
CONTESTANDO PREGUNTAS SOBRE MESIANISMO