Para estar a Su lado, en segundo lugar, debemos primero que nada, creer firmemente en Su existencia, y en Su actividad real, no sólo “religiosa”, dentro de un contexto religioso, sino real, en el mundo espiritual, pero también en el mundo físico, Su creación también.
La Shmáh judía nos avisa y nos enseña de Su existencia: “Shmáh Israel, (nosotros), ADONÁI Elohéinu (nuestro Elohím), ADONÁI Ejád (ADONÁI uno es”, según Dvarím 6:4.
Por si nos olvidamos, tenemos Shemót/“Ex.” 20:2:”Yo soy ADONÁI tu Elohím, que te saqué de la tierra de Mitzráim, de casa de servidumbre”. Desde hace miles de años que Él nos sacó a nosotros, a nuestros antepasados (tanto por sangre como por fe, para nuestros lectores ex-gentiles) de la servidumbre del Paró, símbolo de ha satán, para ser Sus hijos y seguir Su camino. Nos dio libertad DE ha satán para poder servirlo a Él, Rey de reyes y ADONÁI de adoním (y Amo de amos).
En tercer lugar, debemos aprender a amar a este Ser inigualable e insustituible. Dice en Dvarím 6:5: “Y amarás a ADONÁI tu Elohím con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todo tu mejor esfuerzo/meód.”
¿Cómo se aprende a amar a Elohím? Le puedo contestar con otra pregunta, a la usanza judía: ¿Cómo amó usted a una persona alguna vez? Conociéndola de a poco, apreciándola, entendiéndola día tras día, conociendo su corazón y su carácter y viendo la bondad que exhibía hacia usted. Bueno, de la misma manera podemos aprender a amar a Elohím, porque Él está dispuesto a ser conocido y a ser amado como amamos a nuestros padres y abuelos, o amamos a nuestros hijos y nietos: por medio de una relación diaria, constante.
En cuarto lugar, debemos aprender a servirlo. Dice en Dvarím 11:13-14: “Si obedecieres cuidadosamente a mis mandamientos que Yo les prescribo hoy, amando a ADONÁI vuestro Elohím, y sirviéndole con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma, Yo daré la lluvia de vuestra tierra a su tiempo... “
En quinto lugar, debemos aprender a imitar a Elohím y a ser “Santos, como Él es Santo”. Dice en Dvarím 28:9: “Te confirmará ADONÁI por pueblo santo suyo, como te lo ha jurado, cuando guardares los mandamientos de ADONÁI tu Elohím, y anduvieres en Sus caminos”.
Elohím nos dejó un “Manual del Buen Esclavo”, para llamarla de alguna forma a la Toráh. Una serie de comportamientos, de sentimientos, de órdenes, para que las sigamos. Si las hacemos, seremos lo que Él desea que seamos, y lo mismo nuestro país, si está regido por Sus Mandamientos, lo cual es la clave para la bendición de nuestro país, cualquiera que éste sea. Seiscientas trece reglas de comportamiento (el “TARIAG”) para todos aquellos que desean llegar a ser parte de Su Pueblo, y ser santos como Él es Santo.
Si seguimos este Manual, llamado Toráh, en hebreo “Instrucciones”, dicen los versículos uno al nueve, Él nos bendecirá, nos exaltará, todo lo que hagamos será bendecido, derrotará a nuestros enemigos, nos hará sobreabundar en bienes, y en toda clase de bendiciones y regalos de Él. ¿Qué más podríamos desear para nuestras vidas? (Versículos 28:1-8).
En realidad, todo el capítulo 28 de Dvarím es una mera lista de bendiciones y maldiciones, abierta para nosotros, según lo que elijamos hacer: si hacemos Su voluntad y cumplimos Sus Mandamientos, está la lista extensa de bendiciones para nosotros. Si elegimos no hacer Su Voluntad, y no cumplir Sus Mandamientos, sino desobedecer, a partir del vers. 15, está una lista más extensa todavía de maldiciones. ¿Es que necesitamos algo más claro que esto?
En sexto lugar, está Vaikráh/”Lev.” 22:32: “Y no profanen Mi santo nombre, más bien, Yo he de ser santificado en medio de los hijos de Israel. Yo soy ADONÁI que los santifico.”
¿Qué es profanar Su Santo Nombre? ¿Qué es ser santificado? Profanar Su Nombre es ensuciarlo, asociándolo con cosas humanas, que nada tienen que ver con Él, sino con nuestros intereses particulares. Es mentir usando Su Nombre como escudo, como pretexto de que estamos diciendo la verdad. ¿Qué es santificarlo? Es todo lo contrario: es hacer y decir cosas que lo alaben. Es bendecir Su Nombre todos los días, pensando en que todo lo que tenemos, y todo lo que somos se lo debemos a Él y no a la “casualidad” ni a la “suerte”, dos cosas que no existen más que en la imaginación de los tontos, es decir, los que no entienden nada de Elohím.
CÓMO ENTRAR EN SU MUNDO
¿Qué tendríamos nosotros que hacer con relación a la Toráh? Dice en Dvarím 6:5: “Amarás a Tu Elohím con todo tu corazón, con toda tu alma y con todo tu esfuerzo”.
- Dice en Dv. 6:6: “Estas palabras estarán en tu corazón”. Nuestros sentimientos deberían estar llenos de amor hacia Él, que es la fuente de todo lo que llegamos a ser, y de todo lo que somos y seremos para toda la eternidad. Sus palabras no sólo deberían estar en nuestra mente, que está distraída con cientos de cosas, sino en nuestro corazón, que es donde está LO QUE QUEREMOS ser, decir, o hablar.
- Dice en Dv. 6:6, que tendríamos que repetirlas a nuestros hijos. El secreto para que nuestros hijos y nietos tengan bendición en sus vidas, sin que ellos hagan casi esfuerzo en tenerla, es enseñarles todo esto a ellos mientras son pequeños, para que crezcan conociendo aunque sea de oídas a Elohím, y con el tiempo, lo lleguen a conocer personalmente, hablando con Él, relacionándose con Él, como lo hacemos nosotros, y mejor aún, si fuese posible.
- Dv. 6:7 dice que tendríamos “que hablar de todo esto en nuestra casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes”. Este Manual de Elohím para cada uno de nosotros, estas instrucciones para todos los judíos por sangre y por fe, tenemos que “masticarlas” continuamente, estudiarlas, reflexionar sobre ellas, traducirlas mejor del hebreo original, discutirlas con nuestros parientes, hijos, cónyuge, familiares, para que sean nuestro tema favorito de conversación en la mesa y fuera de la mesa, en el auto y fuera del auto, para que penetren en nuestro interior y en nuestro subconsciente, para que formen parte de nuestro ser.
- Dv. 6:8 dice: “Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos”. Se está hablando, claro, de los tefilín, los recipientes cúbicos de cuero que contienen partes de la Toráh para aquellos de nosotros que oramos y cuando oramos, para recordarnos de estos versículos arriba mencionados, especialmente Dt. 6:4, la Shmáh.
- Dv. 6:9 dice: “y las escribirás en los postes de tu casas, y en tus puertas”, con lo que se está refiriendo a la mezuzáh, otro recordatorio de la Toráh.
¿Por qué se mencionan los tefilín y las mezuzót aquí? Porque Elohím desea que NADIE se olvide de Sus Mandamientos, ni que tengan oportunidad ni excusa para olvidarse de ellos, sino que las tengamos presente todo el día, aun cuando entramos en nuestra casa, como es el caso de la mezuzáh.
Cuando tenemos a Elohím en nuestra mente y en nuestro corazón, cuando tenemos Sus Mandamientos alrededor nuestro, en la conversación, en los tefilín y en las mezuzót, es mucho más fácil cumplir lo que dice Dv. 6:7: hablar de ello en nuestro caminar, al acostarnos, al levantarnos, discutirlo con nuestros familiares y amigos, en fin, sumergirnos en la Toráh, hasta que se haga una con nosotros, que es el propósito de Elohím para cada uno de Sus queridos hijos, a quien Él desea bendecir.
Como consecuencia de este estudio a largo plazo, constante en nuestras vidas, comenzaremos a comprender muchas cosas, no sólo sobre nosotros, sino sobre el mundo que nos rodea, lo que los medios de comunicación nos dicen y dejan de decirnos, lo que deberíamos saber pero no sabemos, y lo que no deberíamos saber, porque no es importante ni agradable para Elohím.
Como resultado, estaremos donde Él desea que estemos: fuera del mundo no creyente, y con Él, en el mundo que lo rodea, el mundo espiritual, que era nuestra meta al principio de esta parasháh.
¡Jésed ve Shalóm lajém!/Que tengan la Misericordia (de Elohím) y (Su) Shalóm en esta semana que termina, le desea, el Rébe Julio Dam, su familia y sinagoga mesiánica renovada, desde Asunción, y Ayolas, Paraguay; Oberá y Corrientes, Argentina; Lomas de Zaragoza, D.F., Apizaco, Morelia; Ciudad de México D.F., México; Colima, México; Y DONDE ELOHÍM ESTÉ ABRIENDO NUEVAS SINAGOGAS MESIÁNICAS RENOVADAS.
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El Rébe Dam brinda seminarios gratuitos en su ciudad, sobre los siguientes temas: 1) “La Verdad Sobre el Falso Salvador ('Anticristo') Y el Armaguedón”; 2) “Cómo Ser Amigo De Elohím”; 3) “Armas Avanzadas De Liberación y Guerra Espiritual”; 4) “El Hebreo Como Herramienta Para Entender Mejor el Pacto Renovado (“N.T.”)”; 5) “Las Diferencias Entre El Cristianismo, El Judaísmo Mesiánico y El Judaísmo Mesiánico Renovado”; 6) “La Verdad Acerca de 'Romanos'”; y 7) el seminario gratuito acerca de “Sanidad del Alma, Perdón y Reconciliación”. Estos distintos seminarios han sido dictados en varias ocasiones en Pachuca, Apizaco, Morelia, Ciudad de México, (5 veces), Nueva York y California (2 veces) (EE.UU.); Bogotá (3 veces), Caracas (4 veces), Puerto La Cruz, Venezuela; Corrientes, Oberá y Buenos Aires, Argentina.
SINAGOGA MESIÁNICA RENOVADA BÉIT SHALÓM, ASUNCIÓN, PARAGUAY, OBERÁ, MISIONES, Y CORRIENTES, ARGENTINA.