NO OLVIDAR CÓMO NOS PROTEGE,
NOS AYUDA, LOS LIBERA, NOS PERDONA
Con lo ocupado que estamos, no nos percatamos que está a nuestro alrededor, todo el día, constantemente, guardándonos, protegiéndonos de las trampas del enemigo, de los “accidentes”, que no son tales, sino sólo estratagemas de ha satán para dañarnos y dañar nuestra salud y la de nuestra familia y posesiones.
No debemos olvidar cómo nos ayuda en cada pequeña y gran tarea que tenemos que hacer, aunque no lo veamos físicamente, Él está allí, a nuestro lado, ayudándonos, o Sus malajím lo están, haciendo más fácil nuestra vida, facilitando lo que debemos hacer, dándonos en la mano lo que estábamos buscando desesperados, riéndose con nosotros y llorando con nosotros, cuando nos sucede algo que nos provoca a la risa o al llanto, como el Buen Papá/Ába nuestro que es, dulce y tierno, como nadie más en la tierra, para aquellos que lo conocemos personalmente.
El rey David, en la Tehiláh 18 lo caracteriza como: 1) un fuerte, o un lugar seguro donde el enemigo no puede alcanzarlo. 2) un monte lleno de escondites donde protegerse; 3) una roca donde nadie puede entrar y nosotros podemos protegernos; 4) una torre por encima de nuestros enemigos; 5) un shofár, para espantar a nuestros enemigos, o hacernos saber si se acercaron demasiado a nosotros.
En la Tehiláh 18:16-19 compara nuestros problemas con aguas profundas, que amenazan con ahogarnos. David, débil y sin fuerzas sabía que sólo Elohím lo había rescatado de sus enemigos durante momentos cuando estaba sin defensas. Cuán frecuentemente deseamos que Elohím nos rescate de nuestros problemas. No nos olvidemos que Él es nuestra mejor protección y puede salvarnos o ayudarnos a cruzar el lago de nuestros problemas diarios. Cuando se sienta por ahogarse por sus problemas, pídale a Elohím que lo ayude, que lo mantenga firme, y lo proteja. En Su cuidado, usted nunca estará sin ayuda.
¡En la Tehiláh 18:30-34 vemos qué clase de Elohím Él es! ¡Cuán perfecto es en todo! Todas sus promesas se cumplen. Es un escudo/maguénpara cada uno que se esconde detrás de Él. Porque, ¿quién es cómo nuestro Elohím? ¿Quién sino Él es una roca? Él nos protege donde quiera que vayamos. Elohím promete darnos fuerza para desafíos en nuestra vida que construye nuestra vida y nos protege de problemas que amenazan nuestra vida. Pero Él no promete eliminar nuestros problemas. Si Elohím nos hubiese prometido que no tendríamos problemas, ni montañas que escalar, ni batallas que pelear, no creceríamos. Pero con estos desafíos a nuestra vida, Él nos envía fuerza para triunfar. Si nos dejara solos con esos problemas que amenazan nuestra vida, no sobreviríamos. Pero Elohím nos envía Su protección. Necesitamos Su protección para sobrevivir las amenazas de la vida diaria y Su fuerza para crecer, a medida que respondemos a las circunstancias amenazadoras de la vida diaria.
LAS DIFERENTES MANERAS EN QUE ELOHÍM
NOS LIBERA DE LOS PROBLEMAS
Elohím nos libera de diferentes maneras:
1.Nos muestra una perspectiva diferente del problema. A veces nosotros mismos somos la causa del problema que nos afecta, y Elohím nos ayuda a ver esto. Muchas veces, nuestros pecados y nuestra falta de cuidado con las cosas son las causas de nuestros problemas.
2. Él destruye la causa misma del problema y nosotros nos vemos libres de él. En Ierijó, Elohím mismo intercedió y destruyó los muros de la ciudad. Con Pétros, Él envió un málaj/ángel para liberarlo directamente de la prisión.
3. Él nos usa a nosotros y a nuestros esfuerzos para vencer y destruir el problema. Tenemos que tener fe y confiar en Él. Nuestros esfuerzos carnales no van a ser suficientes para resolver nuestros problemas. Fue la piedra de la honda de David lo que hirió mortalmente a Goliat.
4. Él hace que sean los problemas mismos, o nuestros enemigos los que resuelvan nuestros problemas.
5. Él hace que nuestros enemigos, o problemas se destruyan a sí mismos. Dice en Mishléi 26:27: “Quien cava un pozo, se caerá en él, y el que haga rodar una piedra, va a rodar sobre él”. Elohím trajo victoria a través de Guidión haciendo que los Midianitas se destruyan a sí mismos (Jueces 7.)
6. Él nos ayuda a entender y manejar el problema y a veces, hasta prevenir los efectos. Vemos esto cuando manejamos la tentación y la vencemos (Iaakóv 1:12.)
7. Él envía a alguien o algo para ayudarnos a través del problema. En el medio de la sequía y de la hambruna, Elohím proveyó para Eliáhu enviando cuervos con comida, y más tarde a la viuda de Tzarfát. (1ª R. 17:4-9).
8. Él no saca el problema, o la persona o cosa causante del problema, pero previene que las consecuencias nos afecten. Cuando una víbora mortal pica a Shául, no le hace nada. (Hchs. 28:3).
9. Él permite que las consecuencias que nos vengan encima para mostrarnos que Él es nuestro mayor tesoro. Cuando a David le sacan su palacio real, huyendo de Abshalóm y viviendo en el desierto, él ora: “Oh, Elohím, tú eres mi Elohím; te buscaré temprano; mi alma está sedienta de ti; mi carne te extraña en una tierra seca y hambrienta donde no hay agua” (Teh. 63:1). En este caso, algo más estaba tapando nuestra visión para que veamos que Elohím es nuestra posesión más grande.
10. Él usa el problema del momento para terminar todos nuestros problemas y llevarnos. “...como está escrito: “Por ti, somos muertos todos los días; somos contados como ovejas en el matadero; sin embargo en todo esto somos más que vencedores a través de Él que nos ama”. (Ro. 8:35-37).
Así, vemos las diferentes maneras en que somos ayudados por Elohím, y las diferentes formas en que podemos no olvidarnos de Él, ¡que nunca suceda!
¿Vamos a hacer caso a esto, o vamos a deslizarnos levemente montaña abajo, hasta que sea demasiado tarde para comenzar a subir de nuevo? Espero que reaccionaremos a tiempo, y entendamos todo lo que Elohím hace en nuestras vidas para nuestro bien.